Podría ocurrirle a casi todo el mundo: si la vida se tuerce, si falta el trabajo o si el pequeño negocio sale mal. Nos lo cuenta Miguel, nombre ficticio, prefiere mantenerse en el anonimato. Una deuda sobre otra que se convierten en impagables. La ley de Segunda Oportunidad permite reestructurar o, incluso, perdonar las deudas. Eso sí, no vale para las hipotecas, y hay que cumplir una serie de requisitos. Además, si se tienen bienes hay que venderlos para saldar, pero si no hay ninguna posibilidad de venta. El perdón para las deudas con Hacienda o la Seguridad Social tiene un límite de 10.000 euros para cada organismo. Y, una vez que se inicia el trámite, se paralizan los intereses, se suspenden los procesos de ejecución judiciales o extrajudiciales y no se pueden embargar más bienes. Una ley a la que, según los últimos datos, se han acogido 15.000 personas que han podido comenzar de nuevo.

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